Las diez mil vidas de Milo, de Michael Poore


Hay libros que, de no recibir una recomendación directa u otra llamada de atención, pasan desapercibidos. Quizá porque se mueven en lugares ajenos a los míos, quizá porque llegan a lectores con los que no suelo relacionarme. Quizá por pura casualidad. Quién sabe. El caso es que La diez mil vidas de Milo (Reincarnation Blues), de Michael Poore había pasado ante mí en inglés en varias ocasiones y no le había prestado mucha atención. Gran error. Y es por este motivo por el que sigo leyendo blogs y recomendaciones. A veces basta una mera casualidad para perderse una gran historia.

Milo, tras ser devorado por un tiburón en el año 2017, se da cuenta de que ya solo le quedan cinco vidas para alcanzar la perfección. Ha vivido 1.995 en las que ha ido en busca de esta iluminación. Tras haber vivido estas casi 2.000 vidas y haber resultado de lo más infructuosos sus esfuerzos, se siente algo desanimado ante la perspectiva de no ser capaz de cumplir su objetivo. El propio Milo ha evitado de forma inconsciente o consciente en ocasiones alcanzar esta meta, debido a su amor por la Muerte, a quien llama Suzie. En resumen, se podría decir que a Milo nunca le ha interesado mucho cumplir esta hazaña, sino en disfrutar de estas 1.995 vidas. Pero ante la inminente llegada del fin, Milo decide dar un giro en su nueva vida.


La historia transcurre en varios puntos cronológicos, dando saltos al pasado de Milo en el que conocemos sus primeras reencarnaciones y al futuro, donde la humanidad está en plena colonización estelar. Milo ha habitado cuerpos de hombres, de mujeres y de animales. Y ha vivido todo tipo de vidas. Michael Poore construye historias, relatos y pequeños cuentos que hila en un todo narrativo para crear la extensa y larga experiencia de Milo (por no llamarlo "vida"). Las diez mil vidas de Milo (Alianza de Novelas) es una novela con reminiscencias claras (la comparación me parece inevitable) a Las primeras quince vidas de Harry August de Claire North, aunque la obra de North era mucho más contenida y concisa, pues era más bien una especie de Día de la Marmota. En este caso, Milo no vuelve al mismo cuerpo dos veces.

El tono de la novela es sencillo y ágil, y consigue un ritmo veloz y cómodo para una novela de tanta extensión. Enhorabuena pues al traductor, Miguel Marqués, por lograr adaptar tan bien el tono narrativo del autor. Michael Poore cambia de registro narrativo durante la historia, dependiendo de relato/vida que está narrando en ese instante. Esto le otorga color y un gran dinamismo al libro, y logra que no se haga aburrido en ningún momento. La variedad de temas (y de estilos) consigue de una novela sobre un solo personaje un tapiz coral de lo más sorprendente. Y para finalizar creo que hay que destacar el humor, y es que el sarcasmo de Moore está pensado y cuidado al extremo. No tendremos comparaciones cutres ni chistes fáciles, sino reflexiones que nos harán levantar la ceja para, al cabo de unos segundos, partirnos de risa. Siempre he creído que el humor es uno de los estilos/géneros narrativos más complicados, sobre todo cuando en la obra mezclas reflexiones existencialistas profundas y muy humanas. Pero a veces pienso, ¿qué mejor manera hay de explicar el sentido de la vida? En estos momentos me viene a la memoria una frase de Terry Pratchett que define a la perfección la escenia de este libro: "Se dice que tu vida entera pasa ante tus ojos antes de morir. Es cierto, es el periodo que al que llamamos vida".

Comentarios

  1. Saludos, Alexander. ¡Aguda reseña! Y gracias por tus palabras al respecto del trabajo de traducción. :-)

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