Entrevista a Jesús Cañadas

Hace ya algún tiempo que no caía una entrevista por el blog, y viendo la oleada de novedades interesantes que se avecinan (o ya se están avecinando) he decidido entrevistar a los autores culpables de éstas que más me interesan, por lo que a lo largo de estas semanas tendréis varias entrevistas que ya os adelanto, son una pasada. Nos estrenamos con Jesús Cañadas, autor de El baile de los secretos (AJEC, 2011), Los nombres muertos (Fantascy, 2013) y la reciente Pronto será de noche (Valdemar,2015). Esta última novela es un cambio de registro muy interesante en el autor y por ello he decidido entrevistarle sobre la misma. Además en unos días traeré reseña del mismo, que la edición me parece una verdadera pasada. No os entretengo más y os dejo con la entrevista.

Retrato realizado por el estudio Meet Mr Campbell

Alex: ¿Nos puedes introducir Pronto será de noche con un par de frases?
Jesús: Cuando empecé el proyecto, lo definía como un drama policiaco con un fuerte componente fantástico. Ahora que se ha publicado me mantengo en la definición, pero me vas a permitir que añada lo que dije en voz alta el 31 de enero de 2014 a las cuatro de la mañana, en mi habitación de Frankfurt, cuando puse punto final: esta puta novela es lo más duro, la más bajonero y la más jodido que he escrito en mi vida.

A: ¿A qué tipo de lector le recomiendas este libro?
J: Chico, yo qué sé. Por mí, que se lo lean todas las lectoras de 50 Sombras de Grey y me saquen de pobre. Y si no puede ser, pues lectores con buen gusto, guapos, elegantes, sofisticados.
No sé, en serio. Hay quien ha visto la portada y me ha dicho que parece una versión de True Detective a la española. Podrían ir por ahí los tiros, aunque True Detective se estrenó la misma semana en que la terminé.
La verdad es que yo también tengo ganas de descubrir al tipo de lector que flipa con esta novela.

A: Según has comentado, esta ha sido tu obra más difícil de parir hasta el momento, ¿por qué?
J: Supongo que por esas mierdas que suelen decir los escritores, que han dejado una parte de sí mismos entre las páginas, que se han explorado emocionalmente para bla bla bla. El rollo es que en Pronto será de noche hay muchos personajes desesperados que hacen cosas extremas. Esas cosas no salen del aire; tienes que darle muchas vueltas al coco para ver cómo las explicas, cómo las planteas y cómo haces sentir al lector lo que están sintiendo esos personajes. Y eso es muy jodido.
Además, la novela ha sido un giro de 180 grados en el estilo de mis novelas anteriores. La prosa está pensada para transmitir el agobio de la situación, y eso significa partirte los cuernos contra cada frase, contra cada párrafo. Como dice Angel Olgoso, cada palabra tiene que tener un peso específico, pero al mismo tiempo que el narrador desaparezca y que el lector se encuentre ahí, dentro del escenario, entre los personajes. Eso no es fácil de conseguir, claro, pero me vas a permitir que no tenga abuela por un momento: creo que ha salido de puta madre, pero mi trabajito me ha costado.

A: ¿A qué crees que se debe este cambio de estilo y narrativa? ¿Qué te empujó a escribir una historia como Pronto será de noche?
J: No creo que cada autor tenga un estilo y nada más. Creo que es la historia la que te pide el estilo. Hay cosas que no tengo cojones de hacer, al menos todavía, y otras que me apetece probar. Con Pronto será de noche tuve claro desde el principio las sensaciones que se vivirían dentro de un atasco a 50 grados en mitad de la península. Y la prosa hay que ponerla al servicio de la historia.
En cuanto a qué me empujó a escribirla, la respuesta es nada. Se me puso entre ceja y ceja y punto. Mi madre o mi novia te podrán decir lo cabezón que soy.

A: En Pronto será de noche hablas de la oscuridad que habita dentro de cada ser humano cuando la situación se vuelve límite ¿este trabajo ha servido para mirarte a ti mismo desde otro prisma?
J: Sin duda. La idea de la literatura como herramienta para que el escritor se psicoanalice me parece muy barata, pero no tengo más remedio que admitir que algo de eso hay. Como te decía antes, en Pronto será de noche pasan cosas muy extremas porque la situación es extrema. Después de escribirlas, no me quedaba otra que pararme un momento y pensar “me cago en la puta, así es como lo haría yo”.
Otra cosa es que yo vaya a hacer esas cosas. Seamos serios y entendamos la diferencia entre ficción y realidad, hombre.

A: ¿Es el caso “policial” una excusa para contarnos la historia de un atasco en el fin del mundo? 
J: O al revés también vale, el fin del mundo es la excusa para contarte un caso policial. Las dos cosas son indivisibles porque una no habría salido sin la otra. Pronto será de noche no es un libro profundo para reflexionar sobre la vida. No creo, al menos. Es una historia de policias y asesinos. Un thriller, si quieres. No quiero renunciar a la idea de literatura como entretenimiento, porque los libros que más me han marcado son libros que me han entretenido también.
Como decía César Mallorquí, no hace falta que venga ningún autor a revelarle ningún mensaje al mundo, porque el mundo ya sabe de todo y va a seguir sabiendo. Creo que lo más honesto y hacer historias que a ti mismo te emocionen, y cruzar los dedos para ver si emocionan al lector. Todo lo demás son pamplinas.

A: ¿Qué es lo que más miedo te dio de escribir este libro?
J: Una escena en particular del final, que tenía clara desde que escribí la primera frase. Tardé algo más de un año en llegar a ella y le estuve dando vueltas mucho, mucho, mucho tiempo. No te voy a decir cuál es, porque entonces estropearía un poco la sorpresa, ¿no?



A: ¿Qué elementos esenciales crees que debe tener una buena novela de terror?
J: A no ser que seas un puto genio y un enfermo como Junji Ito, Lovecraft o Ligotti, creo que lo esencial es establecer empatía con los personajes. Ojo, estamos hablando de terror, no de sustazo de violines del cine americano de los últimos quince años o asín. Sin conexión con los personajes, es difícil que te preocupe lo que pueda pasarles. Además, encontrar equilibrio es muy difícil, a lo mejor te crees que estás haciendo terror y caes en el ridículo, en la comedia.
Hace unos años vi en Sitges una película asiática que era una mezcla de Ringu, La Profecía y el Show de Benny Hill. Por desgracia, esto último no era intencionado. No veas qué risas y qué gritos del público para que muriesen los personajes. Pobres productores.

A: La novela está llena de simbolismo y segundas lecturas que llevan a interpretaciones muy interesantes. ¿Esto está hecho a propósito, surge mientras escribes, o un poco de ambas?
J: Ambas. Tienes ideas en el coco, cosas que quieres sugerir o que no te quedas tranquilo si no incluyes. Lo que haga luego el lector con las semillas que vas dejando en el libro ya es cosa suya. De todos modos, una vez escuché a Marc Pastor decir en una charla que los libros buenos son los que plantean preguntas, no los que proporcionan respuestas. Recuerdo que pensé “qué cabrón, ojalá se me hubiera ocurrido a mí”. Así que lo voy a decir aquí y me voy a quedar tan pancho.

A: ¿Qué referentes literarios consideras que te han afectado en el momento de escribir esta novela?
J: Hay cuatro referentes principales en Pronto será de noche; tres de forma, y uno de fondo. Los tres de forma son Cortázar, en un su cuento Carretera al Sur; Buñuel, con el Ángel Exterminador y Lars von Trier con Dogville. Si conoces las tres obras, no hace falta que te diga nada más. Y si no las conoces, ya te vale.
El cuarto referente es Juan Rulfo. Mis lectores cero me han dicho que la novela les recordaba a McCarthy, a David Vann, a Miguel Delibes, pero no. Puede que estén ahí, pero si hay alguien a quien quiere parecerse Pronto será de noche, es a Rulfo. Ese calor, ese plomo que baja del cielo y esa desesperación son Comala puro. Bueno, para no ser pretencioso, quieren ser Comala. Otra cosa es que me haya quedado en el camino, que es lo más seguro.

A: ¿Cómo ha sido la experiencia de publicar en la editorial más emblemática de terror en España?
J:  Una. Puta. Pasada. Que una editorial como Valdemar se lea algo tuyo, y que encima te diga que vale la pena y que van a poner pasta para publicarlo... uf! Todavía no se me ha bajado la erección. Menos mal que la tengo pequeña y no se nota.
Además, trabajar con Valdemar ha sido, sobre todo, divertido. Una vez escuché al crítico Gary K. Wolfe decir que después de entrevistar a muchos escritores de terror se había dado cuenta de que la mayoría se comportaban en la vida real como uno esperaría que se comportase un humorista; mientras que los humoristas que había entrevistado se comportaban en la vida real como lo que uno esperaría de un escritor de terror. Pues con Valdemar igual: para llevar años nutriendo las pesadillas de mi generación, son unos cachondos. Ojo, y unos pedazo de profesionales; no hay más que ver la edición que se han marcado.

A: ¿En qué estás trabajando ahora?
J: A ti te lo voy a decir. Lo único que te voy a adelantar es que me he vuelto a meter en otro jardín y que me lo estoy pasando genial escribiendo.
Bueno, una cosa más te voy a decir: estoy hasta los cojones de que todas las grandes historias tengan que pasar en Nueva York, Buenos Aires o Barcelona. En mi nuevo proyecto le pongo remedio.

A: Trabajas en la Feria del Libro de Frankfurt. ¿Cómo se vive el panorama literario fuera de España a nivel de ventas, publicaciones y movimiento? ¿Y el género fantástico?
J: Fatal. El mundo editorial es un fiel reflejo del mundo en general: hay una minoría que se lleva la mayor parte de los recursos, y el resto se come los mocos. Sigue habiendo muchos prejuicios contra el fantástico, y lo único que vence a esos prejuicios es el dinero. Una vez has vendido mucho, no importa el género que hagas, eres un autor serio. Por desgracia, al resto nos siguen viendo como un puñado de gordos con granos y camisetas de Iron Maiden. De los 5000 eventos, CINCO MIL, que tuvimos en la pasada feria de frankfurt, solo 14 tenían que ver con literatura fantástica. Ah, y 6 de esos 14 eran del mismo autor. Así que imagínate.

A: Personalmente creo que el nivel del género fantástico en España es sobresaliente, se están publicando trabajos muy interesantes estos últimos años, ¿cuál es tu perspectiva como lector y autor?
J: Mi perspectiva es que te equivocas. En la literatura española actual y en el fantástico en particular hay muchísima mierda. Pero mucha, mucha. Lo que pasa es que el 10% que sobresale de entre esa mierda es buenísimo, y por eso te parece que el nivel es sobresaliente. Por otro lado, lo que a ti te parece sobresaliente a otros les parece basura, mientras que a esos otros les encanta lo que a ti te parece mierda. ¿Quién tiene razón?
Para mí, la canela fina la está haciendo gente como Sofía Rhei, Marc Pastor, Guillem López, Colectivo Juan de Madre, editoriales como Nevsky Prospects o Aristas Martínez... pero es una lista más, no tienes que estar de acuerdo. Además, he terminado coincidiendo con todos los que he mencionado, y me caen muy bien. ¿Es amiguismo? Yo qué sé, déjame en paz. Léete los libros que te salgan de los cojones, discute sobre ellos, echa mierda sobre los que no te gusten, pero sigue leyendo, cabrón, sigue leyendo!

A: ¿Algo más que quieras añadir?
J: Que os dejéis de hostias y leáis más. No hace falta que sean mis libros, pero leed. LEED. LEED U OS MATO.

Comentarios

  1. Jajaja me ha encantado leer esta entrevista. !Qué grandes sois los dos!

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